*Cetáceo blanco*
Fluctuando en el espacio inteligente
de una gran estrategia - enfurecido -
el caudillo decide locamente,
seguir y no sentirse ya vencido.
La simbiosis del hombre y la ballena,
los cielos crujen nubes en la vida,
armisticio en el odio que lo llena,
decide continuar con la embestida.
En arpones de fuego aballestado,
a destajo del llanto el cazador,
sufre con creces fúlgido su estado
y lucha hasta el final, con gran dolor.
Se esfumó el sol de vida en ese gesto,
el mar teñido en rojo ante lo impuro
del luto en las gaviotas - todo un reto-
nimbado del misterio en cruel conjuro.
Esther Gladys Noriega.
27/7/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario